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Beneficios del masaje infantil en el bebé

27 abril 2017

Desde que nacen, los recién nacidos necesitan estar contacto con la piel de la madre, ya que les aporta seguridad y confianza. Acariciar al bebé es muy importante para su correcto desarrollo emocional y fisiológico. El masaje infantil es una antigua tradición que se practica en muchos países a través de la cual se crean vínculos especiales entre los padres y el niño.

El masaje infantil no es nada nuevo, es una práctica milenaria que tiene su origen en India. Fue descubierto por el  obstetra francés Frédérick Leboyer en la década de los 70 en un viaje que realizó a ese país donde observó cómo una madre le daba un masaje a su bebé sobre una manta en el suelo.

Realizar masajes habitualmente al bebé puede tener muchos beneficios. A través de las terminaciones nerviosas de la piel, el bebé percibe el amor y el cariño de los padres ayudándole a liberar temores y proporcionándole sensaciones de alivio, seguridad, y protección. Es una manera de conectar emocionalmente con el recién nacido durante sus primeros meses de vida.

Pero además, el masaje favorece el desarrollo cognitivo y motriz. Además de estrechar el vínculo afectivo con los padres, el masaje infantil se recomienda para regular los cólicos del lactante, expectorar la mucosidad de las vías respiratorias cuando están enfermos y para proporcionarles un mejor descanso.

Los especialistas recomiendan empezar con los masajes desde el nacimiento y continuar hasta los tres años. Para realizarlo se utiliza habitualmente aceite vegetal como el de almendras dulces, el de pepita de uva o caléndula. Puedes consultar con la matrona o el pediatra cómo aplicar el masaje correctamente para que te guíe adecuadamente. Veinte minutos al día son suficientes para que el bebé reciba todos los beneficios que le ayudarán a desarrollarse con plenitud.

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