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Es hora de quitarle el pañal

27 junio 2017

Muchos padres aprovechan el verano para quitarle el pañal a su hijo. Que el pequeño lleve menos ropa, unido a que es la época en la que los progenitores pasan más tiempo con ellos, hace más fácil el proceso. La retirada del pañal es un paso importante en la educación del niño, que a partir de ese momento ganará en autonomía y seguridad, pero antes de que el proceso se complete con éxito, son muchas las dudas que invaden a los adultos.

Entre los 2 y 3 años, los niños aprenden a controlar los esfínteres y por tanto, es hora de quitarles el pañal. El verano es una buena época para hacerlo, llevan menos ropa por lo que si se produce algún “accidente”, es más fácil solucionarlo; para ellos es también más sencillo quitarse la ropa si tienen necesidad y además es la época del año en la que pasamos más tiempo con ellos. A eso hay que añadir que a partir de los 3 años, una vez comiencen el colegio, deberán ser autónomos para ir al baño. Todo esto hace que en los próximos meses, muchos padres e hijos se enfrenten a un proceso que parece complicado, pero que si se hace de manera correcta, será cosa de un par de semanas.

Aun así, no hay que empeñarse en quitar el pañal en verano si vemos que el niño no está preparado. Todos los expertos coinciden en que no hay una edad concreta para dejar el pañal. Dependerá mucho del grado de madurez del niño. Lo habitual es hacerlo a partir de los 24 meses, sobre todo en el caso de las niñas, pero muchos pequeños no consiguen controlar los esfínteres hasta los 3 años. Son los padres, con el consejo muchas veces de las educadoras de la escuela infantil, los que deberán decidir si el niño está preparado para dar el paso teniendo en cuenta que es tan perjudicial adelantar el proceso como retrasarlo.

Otra de las preguntas que se hacen los padres es cuánto dura esta etapa. Tampoco hay un tiempo definido, aunque si el proceso se hace correctamente, la media en la que los niños aprenden a controlar el pipí es de unas dos semanas. Lo más importante es la paciencia y la determinación de los padres.

Lo primero que hay que hacer es explicarle al niño el paso que va a dar de forma lo más clara posible. Una vez decidamos quitarle el pañal, habrá que preguntarle si quiere ir al baño cada poco tiempo y cada vez que lo consiga, reforzar el logro con elogios y comentarios positivos. No hay que darle mucha importancia, y mucho menos reñirle o enfadarse, si se produce un escape. En las primeras semanas sin pañal, la mayoría de padres suele volver a ponérselo al niño a la hora de dormir, pero una vez hemos decidido quitarlo, debemos intentar no volvérselo a poner para que el niño no se confunda.

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