La sarcopenia es una condición en la que se pierde gradualmente la masa muscular, con la consiguiente pérdida de fuerza y ralentización del metabolismo. Se ha identificado principalmente en personas mayores que no hacen deporte, aunque también en personas jóvenes y en determinadas situaciones.
De forma fisiológica, las personas ancianas pueden experimentar pérdida de masa muscular por la inactividad y el cambio hormonal. No obstante, las personas sedentarias que tienen entre veinte y treinta años pueden empezar a experimentar pérdida de masa muscular, ¡no solo las personas mayores!
Otra de las causas es la mala nutrición. Si te alimentas mal, puedes experimentar una pérdida de masa muscular al requerirla para obtener la energía necesaria en tu organismo. Además, padecer enfermedades crónicas o determinados tratamientos (como puede ser la quimioterapia) pueden producir una sarcopenia.
Es importante mantener la musculatura a cualquier edad. El deporte siempre va a ser la mejor forma de prevenir esta condición o de disminuir las posibilidades de padecerla.
Debes realizar entrenamiento de fuerza para poder aumentar masa muscular. De esta forma, se va a poder estimular la síntesis proteica muscular, realizando entrenamientos de distintas cargas, que supongan un “estrés” para tu músculo.
Por otro lado, la alimentación va a ser muy importante para prevenir y remediar esta condición. La ingesta de alimentos proteicos que contengan los aminoácidos esenciales va a ser un factor fundamental. Por ejemplo, se tendrá que consumir huevos, yogures o pechugas de pollo en abundancia. La combinación de legumbres con arroz puede aportar proteínas de calidad para las vegetarianas. El omega 3 de los pescados azules es imprescindible para que construyas músculo.
En sí, lo que se produce en la sarcopenia es una disminución del número total de fibras musculares. Procura cuidar tu alimentación y tu nivel de actividad física haciendo deporte en cualquier etapa de tu vida.
