Con la vuelta al cole, también vuelven otros visitantes. Hablamos de los piojos. Esos pequeños insectos que traen de cabeza a pequeños y mayores. Eliminarlos del pelo de los niños no es siempre tarea fácil. Os contamos algunos remedios populares para deshacerse de ellos una vez han colonizado su objetivo.

Muchos padres creen que nunca va a pasarles a sus hijos, pero aunque mantengamos en casa unos correctos hábitos de higiene, la Asociación Española de Pediatría (AEP) advierte que no se puede evitar el contagio de los piojos. No es un signo de mala higiene ni significa que los niños sean sucios o poco cuidadosos. Si vemos que nuestros hijos se rascan con frecuencia, sobre todo en la zona de la nuca y detrás de las orejas, debemos examinar con atención su cuero cabelludo para detectar la presencia de piojos.

En el caso de detectarlos, los pediatras recomiendan la permetrina al 1 % en crema o loción. Normalmente el tratamiento es efectivo al cabo de las 8-12 horas, pero puede que en ocasiones los piojos persistan. Hay muchos otros remedios populares que se utilizan para tratar la presencia de los indeseables insectos. Quizá el más conocido es enjuagar el pelo con una mezcla de agua tibia y vinagre blanco, después de lavar el pelo. De esta forma, los piojos se despegan mejor del cuero cabelludo. Otra opción es rociar toda la cabeza directamente con vinagre y dejar actuar durante una hora con un gorro de baño.

Cubrir el pelo con vaselina natural también puede ayudarnos a deshacernos de los piojos, al ser un producto oclusivo favorece la asfixia de los parásitos. Otra forma de facilitar la eliminación de los piojos es aplicar abundante crema suavizante sobre el cabello del niño y dejar actuar para que, a la hora de peinar con la lendrera, sea más sencillo que éstos se despeguen. Se puede realizar la misma operación con una mezcla de aceites esenciales, como el aceite de lavanda o el del árbol del té, que han demostrado su eficacia para combatirlos.