La vuelta al gimnasio, tras dejar de acudir a sus instalaciones durante el verano, se puede hacer un poco cuesta arriba. Sabes que la necesitas, pero también resulta duro y agotador reanudar los ejercicios físicos.
Ten en cuenta que, durante el verano, has podido estar un poco inactivo. Y, además, es posible que hayas cometido algunos excesos con la alimentación. Por consiguiente, vas a tener que adaptar tu reincorporación al gimnasio, puesto que no va a ser viable que en tu primer día puedas hacer lo mismo que en la última jornada que pasaste por allí.
Toma nota de estos consejos que te proporcionamos. Si los cumples, podrás afrontar en condiciones óptimas tus primeros entrenamientos.
Si en verano hemos cogido algún kilo de más, es el momento de optar por una dieta más saludable. En todo caso, pregunta al monitor o nutricionista de tu gimnasio y te aconsejará tu plan de alimentación idóneo. No es lo mismo que necesites ganar fuerza que adelgazar. Por otro lado, aunque no tengas sed, bebe agua suficiente, lo que aumentará tu rendimiento.
Los gimnasios ofrecen numerosas actividades y ejercicios que puedes hacer acompañado. Te motivarán y te animarán a ir por sus instalaciones.
No busques milagros en estas primeras sesiones de entrenamiento. Empieza con un par de sesiones o tres semanales e incrementa el ritmo paulatinamente.
Antes de tus sesiones realiza tus ejercicios de calentamiento y estiramiento (estos últimos también después).
Por último, planifica el descanso, sobre todo, en las primeras jornadas. Es clave, junto a la alimentación y la planificación.
Con todos estos consejos no dudes que tu vuelta otoñal al gimnasio será súper satisfactoria y en breve estarás tan ágil como antes del verano.