Nuestra finca Futacayan en Chile

Cultivamos en nuestra finca en Chile aquellas materias primas que consideramos especialmente valiosas, siempre que las condiciones climáticas lo permitan. Esto nos permite ajustar el cultivo y la producción a nuestras necesidades y altos estándares de calidad.

Chile, con sus más de 4.000 kilómetros de extensión a lo largo de la costa oeste de Sudamérica, se distingue por su impresionante diversidad de zonas climáticas y vegetación, que abarcan desde glaciares y bosques hasta lagunas y estepas. Esta vasta y prístina naturaleza fue lo que motivó al director general, Otto Greither, a adquirir una finca en Chile en 1991.

El desastre nuclear de Chernóbil había impactado profundamente el mercado europeo de materias primas, haciendo casi imposible conseguir materias primas sin contaminación. Chile, en cambio, ofrecía y sigue ofreciendo condiciones ambientales mucho más favorables, con niveles de contaminación notablemente bajos en comparación con otras regiones de cultivo globalizadas. Por esta razón, la finca Futacayan ha sido parte de Salus durante más de 30 años. Situada aproximadamente a 800 km al sur de Santiago de Chile, se encuentra en un entorno idílico al pie del volcán Villarrica, cuyas tierras fértiles proporcionan un gran beneficio para el cultivo.

Hoy en día, se cultivan allí más de 20 especies de plantas medicinales y aromáticas, entre ellas la árnica y la genciana amarilla, especies protegidas legalmente en Alemania. Además, se utiliza esta finca para proyectos de investigación, como el control biológico de plagas, la fertilización ecológica y la prevención de la erosión del suelo. También se conservan semillas libres de ingeniería genética para las generaciones futuras.

Dado que Chile se encuentra en el hemisferio sur, el ciclo de cosecha está desfasado respecto a Europa, lo que permite responder a las necesidades de materias primas durante todo el año, especialmente cuando el mercado europeo no puede ofrecer la calidad deseada. La selección de cultivos está bajo nuestro control, lo que nos permite ajustar la producción a nuestros estrictos estándares de calidad.

Es importante destacar que la excelente calidad del aire alrededor de la finca se refleja en la abundante presencia de líquenes sensibles, como el liquen de barba y el liquen de pulmón, que actúan como bioindicadores, ya que solo prosperan en áreas donde la calidad del aire es excepcionalmente buena.