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Nuestra historia

Salus, durante sus más de 100 años de historia, ha permanecido fiel a los principios de su fundador y a su enfoque holístico en la prevención de la salud y el bienestar del individuo y de los pueblos en general.

De Baviera, al mundo entero

El doctor en medicina Otto Greither sufrió durante muchos años una grave enfermedad hasta que, cansado de tanta terapia ineficaz, puso en práctica sus conocimientos como médico y su permanente inquietud por las terapias naturales, encontrando en ello un camino propio para curarse a sí mismo. Con su original Cura Salus (cura de salud) puso la primera piedra de un amplio sistema de salud y estableció el punto de partida de nuestra empresa dedicada, desde entonces, a la elaboración de productos medicinales naturales (fito-preparados para el cuidado de la salud).

Conozca a través de los siguientes hitos fundamentales las características que han marcado el quehacer de Salus durante estos últimos 100 años y cuál es la filosofía que está detrás de nuestros más de 1.500 productos.

El doctor Greither fue durante toda su vida una persona curiosa y ávida de nuevos conocimientos. Nada más doctorarse, en el año 1896, siguió formándose como especialista en neurología y estudió con prestigiosos médicos de su época.

Pero como sus inquietudes iban mucho más allá, se dedicó también a estudiar veterinaria y posteriormente se especializó en odontología en la universidad de Berlín. “Eso hizo que me diera cuenta de lo importante que es la alimentación natural y el uso correcto de los dientes al masticar los alimentos y de la salivación, para prevenir infinidad de enfermedades que tienen su origen en el aparato digestivo y en un deficiente proceso de la digestión”.

Para lograr el deleite en una infusión y la máxima eficacia curativa, hace falta poner mucho conocimiento y esmero en la elaboración. La historia de las infusiones de hierbas curativas de Salus comenzó hace 100 años, cuando el doctor en medicina Otto Greither elaboró su primera infusión. La mezcla saludable muniquesa era una fórmula que estimulaba el metabolismo y ayudaba a eliminar el ácido úrico, todo ello formaba parte de la “Cura Salus”. Para elaborar esta infusión Greither mezcló veinte hierbas diferentes tales como: anís, hinojo, comino, pensamiento, milenrama y hojas de zarzamora.

En 1916 Greither inauguró la fábrica de Salus en la Türkenstraße de Múnich para comercializar su «Cura Salus». Aquellas sabrosas y reconstituyentes infusiones sumaron enseguida muchos adeptos. En 1930 ya había 23 infusiones de hierbas Salus diferentes, y la gran mayoría procedían ya de cultivos libres de pesticidas y abonos químicos.

"La Tierra es nuestra madre. Ella nos provee; aquello que sembramos nos lo devuelve con creces"

Begadi (Gran Trueno)

Nuestro planeta

Salus realiza una cuidadosa y esmerada selección de materias primas siendo estas obtenidas principalmente de cultivos ecológicos controlados. Sin conservantes ni colorantes ni aromas sintéticos.

La naturaleza, nuestro principal proveedor

Las materias primas con las que se elaboran nuestros productos no se sintetizan en un laboratorio mediante procesos químicos, sino que son productos naturales en su totalidad, procedentes fundamentalmente de cultivos, o en algunos casos de recolecciones silvestres. Así pues, la calidad del producto final depende absolutamente de la calidad de las plantas que lo componen.

Salus-Haus ha buscado siempre materias primas de primerísima calidad, a poder ser procedentes de cultivos ecológicos, pero la búsqueda de plantas de calidad no ha sido nunca fácil. En la mayoría de los países europeos, el cultivo ecológico está aún poco extendido, concentrándose sobre todo en verduras y hortalizas. Por otra parte, en el pasado se han utilizado, tanto en Europa como en EEUU, demasiados insecticidas, plaguicidas y abonos químicos en los cultivos convencionales, con tal exceso que muchos de esos terrenos ya no son aptos para una producción ecológica.

En 1986, el desastre nuclear acaecido en Chernobyl vino a dificultar aún más las cosas, cambiando dramáticamente la situación en lo que a la obtención de plantas medicinales libres de contaminantes se refiere. Hasta ese momento países como Bulgaria, Polonia, Rusia o Yugoslavia, habían sido los mayores proveedores de plantas medicinales con un buen nivel de calidad, pero la mayor parte de los cultivos, contaminados por radiactividad, fueron abandonados después del accidente nuclear. Esto obligó a Salus-Haus a buscar una fuente de materias primas que fuese de calidad, fiable y a poder ser duradera a largo plazo. La dirección de la empresa decidió que lo mejor sería cultivarlas ellos mismos y para ello buscaron las mejores condiciones de terreno, agua, aire y clima.

Chile, un enclave privilegiado

Todo ello lo encontraron en Chile, en una zona ubicada al pie del volcán Villarrica y resguardada por la cordillera de los Andes al este (hasta 5.500 metros de altitud) y por la inmensidad del Océano Pacífico al oeste. Esta especie de muro natural convierte a la zona en un enclave privilegiado, protegiéndolo de contaminantes atmosféricos y de gran número de plagas (por ejemplo la mosca de la fruta mediterránea es completamente desconocida en Chile).

Fue en esa zona del planeta donde Salus-Haus decidió adquirir un terreno que además de muy fértil (de origen volcánico), era completamente virgen, no habiéndose cultivado nunca anteriormente, con lo que está libre de restos de pesticidas, plaguicidas o abonos químicos. El agua y el aire son extraordinariamente puros en aquella región, no hay zonas industriales cerca y prácticamente no hay tráfico.

Por su calidad

En Chile se adquieren hierbas recolectadas en estado silvestre de gran calidad, lo que tiene muchas ventajas para el cultivo de plantas medicinales.

Por su clima

Ofrece zonas climáticas de todo tipo: desde el desierto de Atacama, selvas tropicales de la Araucanía, hasta una zona de clima templado con condiciones similares a Centroeuropa.

Por la pureza de su aire

El estricto régimen de importación del país ha hecho que muchos parásitos vegetales no tengan presencia en Chile. Además, el territorio está libre de radioactividad y de otros elementos contaminantes.

"Nuestro objetivo no es otro que proteger la naturaleza y la diversidad de sus especies para que las generaciones venideras puedan beneficiarse de la fuerza de la naturaleza."

Otto Greither, gerente de Salus

Nuestro compromiso

El uso responsable de los recursos naturales es uno de nuestros principales objetivos. Una responsabillidad medioambiental que llevamos manteniendo 100 años.

Declaración medioambiental

Los principios del uso responsable de los recursos naturales siguen siendo hoy día el fundamento de nuestra oferta enmarcada en el ámbito de la medicina naturista y de un estilo de vida sano.

Seleccionamos con el máximo esmero las mejores hierbas medicinales y los mejores ingredientes según su eficacia y tolerabilidad para que pasen a formar parte de medicamentos y complementos alimenticios de gran calidad que ayudan a las personas a mantenerse sanas.

Salus apuesta por elaborar productos medicinales y nutricionales sin conservantes, aromas artificiales ni materias primas agrarias modificadas genéticamente. Nuestro objetivo consiste en trabajar con el mayor número posible de hierbas y plantas medicinales procedentes de cultivos ecológicos.

Rechazamos por principio la ingeniería genética agraria aplicada a los productos alimenticios. Por eso nuestros preparados son sinónimo de compromiso ecológico, apoyo al cultivo biológico, sostenibilidad, biodiversidad, responsabilidad social y creación de puestos de aprendizaje.