Como sabes, el alimento es el combustible que nos permite no solo rendir en las actividades cotidianas, sino mantener en buen estado el esqueleto y los órganos funcionando adecuadamente. No solo qué comer sino cuándo comerlo es fundamental para obtener buenos resultados en cualquier deporte.
Establecer la estructura de las comidas a lo largo del día y apegarse a una dieta establecida por un especialista en nutrición, son tan importantes para los atletas como el entrenamiento mismo. El desayuno, independientemente del esquema de ejercicios, debe ser abundante, rico en vitaminas y carbohidratos y con algo de proteínas. Es el momento también de tomar los suplementos alimenticios, hierro y otros minerales.
Estructura de comidas en la dieta del deportista
Antes de hacer ejercicio
La ingesta deficiente o inadecuada limitará tu rendimiento como deportista y tendrá una incidencia negativa en el período de recuperación. Lo indicado es ingerir una moderada cantidad de alimentos dos horas antes de ejercitarse. Debe contener carbohidratos complejos que proporcionan energía suficiente, junto a una pequeña cantidad de proteínas que aseguren una pronta recuperación. Un sándwich de pollo es una buena opción.
Se desaconseja la ingesta de grasas o fibra ya que pueden producir pesadez estomacal o malestar a la hora de iniciar la actividad física.
Durante el ejercicio
Es recomendable después de haberse ejercitado durante una hora, consumir una porción de carbohidratos de 80 gramos por cada hora adicional de entrenamiento; alimentos de escaso volumen con gran aporte energético, como frutas desecadas o nueces. Un ejemplo sería un par de puñados de pasas.
Después del ejercicio
Aquí lo importante es recuperar las reservas de glucógeno del hígado y proporcionar proteínas para permitir el desarrollo y crecimiento muscular y reparar posibles lesiones. Lo ideal puede ser una o dos raciones de yogur de frutas.
Al practicar un deporte, el ser cuidadoso y regular con la alimentación es tan importante como entrenar adecuadamente.