Alimentación sana, practicar ejercicio y un buen descanso. Estos son los tres pilares de una vida saludable, aunque muchas veces al tercero no le prestamos la atención que merece. Pero no solo es importante dormir las horas suficientes, también es fundamental dormir bien y sin interrupciones. Muchos estudios científicos han demostrado los efectos nocivos que tiene para nuestra salud el no descansar lo suficiente.
No dormir bien puede afectar a nuestra vida diaria. Son muchas las consecuencias que la falta de sueño provoca en nuestra salud, tanto a nivel físico como psicológico. Está demostrado que las personas que duermen mal son más propensas a contraer más enfermedades ya que su sistema inmunológico se ve disminuido. Por otra parte, una mala calidad del sueño afecta al estado de ánimo, lo que se traduce en cambios de humor, irritabilidad, aumento del estrés e incluso depresión.
En los últimos años, muchos estudios han relacionado el sueño con la presencia de la obesidad en niños, adultos y gente mayor. Esto es así porque la falta de sueño repercute en la habilidad para procesar la glucosa, lo que puede provocar altos niveles de azúcar en la sangre y favorecer la diabetes o el aumento de peso. Además, debido a la falta de energía que provoca no descansar correctamente, por el día el cuerpo demandará productos ricos en azúcar lo que desemboca en un exceso de calorías.
Según los expertos, un adulto debería dormir entre 7 y 8 horas diarias para mantener un estado físico, emocional y mental óptimo, pero según la Organización Mundial de la Salud, el 40% de la población no descansa bien. Para dormir correctamente podemos seguir una serie de hábitos:
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