Volver al colegio o a la guardería después de unas largas vacaciones supone para los más pequeños un trastorno similar al síndrome postvacacional que padecen muchos adultos. Los niños necesitan unos días para adaptarse a la nueva rutina. Para ayudarles a sobrellevar mejor las primeras semanas, los padres pueden seguir unas pautas que faciliten a los menores el proceso de adaptación.
El periodo de adaptación de un niño ante la vuelta al colegio puede variar entre una y tres semanas. En ese tiempo, el pequeño puede mostrar algunos trastornos psíquicos provocados por el estrés y los nervios como cansancio, irritabilidad, apatía, falta de concentración o ansiedad. Es bueno que los padres se anticipen a la situación y tengan en cuenta algunos puntos que ayuden a los niños a sobrellevar mejor esos primeros días, adaptando de manera progresiva el ritmo de la entrada a la nueva rutina.