Durante los primeros años de vida no es raro que los niños se pongan enfermos con cierta frecuencia. No hay por qué asustarse. Su sistema inmunológico se está desarrollando y la exposición a las enfermedades les ayudan a fortalecer los anticuerpos que les servirán en el futuro para ser personas sanas.
También existen complementos alimenticios para ayudarles a que estén bien alimentados y con fuerza y vitalidad. El jarabe Floradix- Kindervital fruity les aporta calcio y vitaminas C, B₆ y B₂ que contribuyen a un normal mantenimiento del sistema inmunológico. Las enfermedades más habituales entre los más pequeños son las infecciones, que se transmiten de un niño a otro por vía oral de forma rápida y que están producidas por virus o bacterias. Las más frecuentes son las infecciones respiratorias y las relacionadas con el estómago, que causan diarrea. Siempre que los padres detecten cualquier síntoma fuera de lo normal en el menor, debe acudirse al pediatra para que lo evalúe y decida el tratamiento más efectivo. Sin embargo, nunca está de más reconocer las enfermedades más comunes, conocer sus principales síntomas y saber la urgencia que requieren porque tarde o temprano, nuestros hijos seguro que pasarán por alguna de ellas.
Varicela: causada por el virus Varicela-Zoster perteneciente a la familia de los herpes, es una enfermedad muy contagiosa que afecta a muchos niños durante los primeros años de vida. El síntoma más común es la aparición de ampollas en la piel que se convierten en costras y causan un intenso picor. Las primeras señales se suelen manifestar con cansancio y fiebre.
Bronquitis: se produce por una inflamación de los bronquios. Se suele desarrollar por una gripe mal curada. A veces puede ser debido a una infección bacteriana o respiratoria que afecta a nariz y garganta y se extiende luego hacia los pulmones. Los síntomas frecuentes son la tos y la expectoración. Un exceso de mucosidad unido a fiebre, inapetencia y agotamiento también puede indicar que el niño está empezando a desarrollar una bronquitis.
Amigdalitis: viene provocada habitualmente por una bacteria. Provoca tos y congestión nasal acompañados de fiebre alta. Se suele apreciar un enrojecimiento de la garganta debido a la presencia de pus.
Rinofaringitis: es lo que conocemos como resfriado común. Los meses de otoño e invierno son los más propicios para desarrollarla. El inicio de la guardería también es un momento crítico. Sus síntomas habituales son fiebre, tos y congestión nasal.
Otitis: es una infección bastante habitual entre los niños menores de tres años. Se debe, en la mayoría de casos, a una bacteria, pero también puede deberse a un virus. La otitis se manifiesta con dolor en el oído afectado, fiebre y diarrea, sobre todo en los más pequeños.
Gastroenteritis: se trata de una irritación e inflamación de todo el tracto digestivo, causada por virus (fundamentalmente rotavirus en niños), bacterias o parásitos. También puede deberse a una alergia a determinados alimentos, a una alteración de la flora bacteriana o al consumo de antibióticos demasiado fuertes. Náuseas, inapetencia, vómitos, diarreas, fiebre, dolores en el intestino y extrema debilidad son sus manifestaciones más frecuentes.
Gripe: es una enfermedad muy frecuente en los niños, provocada por una infección de nariz, garganta y pulmones que se propaga rápidamente. Provoca fiebre, dolor de garganta, tos, decaimiento, inapetencia, diarrea, dolores musculares y vómitos. Si se complica puede derivar en neumonía, pero si es una gripe leve puede remitir a los pocos días sin necesidad de tratamiento.
Eritema infeccioso: causada por el parvovirus humano B19, es una enfermedad habitual en niños de entre 4 y 12 años. Se caracteriza por una erupción rojiza en las mejillas que luego se extiende por tronco, brazos y piernas. Los síntomas iniciales son fiebre, dolor de cabeza y congestión nasal. Los brotes suelen darse a finales del invierno y principios de la primavera. No hay tratamiento, el virus desaparece solo tras un par de semanas.
Aunque sabemos que es muy común que los niños padezcan infecciones o simples constipados que pueden agravarse si no se curan bien; no está de más ayudar al sistema inmunológico de los más pequeños. Para ellos está dedicado el preparado Sambu Guard para niños jarabe, que gracias a su combinación ayuda a reforzar su sistema inmunológico con un sabor muy agradable.